Universidad Icesi

Centro de Recursos para el Aprendizaje

Ruta de Aprendizaje y TIC

Taller: Evaluación Formativa con TIC

Qué es evaluación formativa medida por TIC

Antes de empezar a hablar sobre evaluación formativa medida por TIC, hay que reconocer qué es la evaluación, evaluación formativa, sus principales características y qué la diferencia de otros tipos de evaluación.

Existen distintas definiciones de lo que significa la evaluación, desde distintos puntos de vistas, autores, profesiones o esferas sociales. En su mayoría todas encuentran puntos en común como, por ejemplo, el hecho de que se hace un juicio o se toman una serie de decisiones respecto a lo que se evalúa. Aun así, para tener una base o referente sobre el significado de evaluación, se tendrá en cuenta la definición que da la UNESCO, la cual define este término como "el proceso de recogida y tratamiento de informaciones pertinentes, válidas y fiables para permitir, a los actores interesados, tomar las decisiones que se impongan para mejorar las acciones y los resultados." De esta forma, en esa toma decisiones y en la participación de actores educativos, la evaluación tiene que traducirse y acoplarse al proceso de enseñanza-aprendizaje, por lo tanto, se puede encontrar tres tipos de evaluación según su momento de evaluación y función que son, la evaluación diagnostica (Inicial), formativa (continua) y sumativa (final) (Serrano & Pons, 2012).

El objetivo de este taller es la evaluación formativa y entender esta última desde su función pedagógica, o sea una evaluación que entiende y comprende que el aprendizaje es un proceso y que la evaluación es la forma en la que se pueden ajustar dichos procesos. Con esto en mente y de forma rápida, la evaluación diagnostica es aquella que permite conocer los aprendizajes que se han adquirido a través de experiencias pasadas incluso, a lo largo de la formación educativa y no solo de un aspecto en particular, esto con el fin de preparar al alumnado a nuevos objetivos de aprendizaje (Serrano & Pons, 2012). Ahora bien, la evaluación sumativa, se lleva a cabo al final y solo al final de los procesos educativos y recoge información que se somete a un análisis para conocer en qué medida lo que se ha hecho funciona, se debe mejorar o cambiar y así, conocer en qué medida se alcanzaron los objetivos aprendizaje. Así como también posibilita la promoción educativa desde una función social de la evaluación (Serrano & Pons, 2012).

Luego de ver de forma somera, cómo funciona la etapa final e inicial del proceso de evaluación de enseñanza-aprendizaje, se piensa entonces en aquello que pasa en medio de estas dos etapas y que también está sujeta a una evaluación, la cual es continua y permanente. Así pues, la evaluación formativa pretende localizar y corregir aspectos que pueden afectar el proceso de aprendizaje para que sea posible tomar medidas pertinentes mucho antes de los resultados finales y así optimizar estos últimos (Serrano & Pons, 2012). Algo importante para mencionar, es que este tipo de evaluación no es punitiva, son acciones que se llevan a cabo para enriquecer los aprendizajes, por lo tanto, forma y no castiga, genera como resultado reflexiones y no puntos negativos o positivos. Este tipo de evaluación es continua en la medida

que, no es necesario de unos momentos fijos o establecidos, sino que siempre está activa dependiendo el nivel de reflexibilidad y mirada crítica del docente, por ejemplo, con simple preguntas informales en el aula ya se está haciendo una evaluación formativa del proceso de aprendizaje y así no es necesario esperar hasta al final para hacer dichas correcciones cuando ya puede ser demasiado tarde (Rosales, 2014).

De tal forma, la evaluación formativa se lleva a cabo mediante actividades o mecanismos de evaluación que implica un uso de recursos, un entregable en doble vía (de maestro a estudiante y viceversa) y sobre todo una planeación. Ya que, este tipo de evaluación debe ser coherente con el propósito u objetivo de clase y curso para que así, permita realmente generar unas reflexiones significativas sobre los aprendizajes que se están dando. Por lo tanto, más que obtener unos resultados, se espera conocer qué puntos son importantes reforzar para proceder a la acción. Así pues, la retroalimentación de docentes y estudiantes juega un papel importante, porque es crucial para distinguir los aprendizajes que se obtuvieron, los que necesitan de más trabajo y los planes de acción por parte de los actores involucrados.

Como se mencionó anteriormente, la evaluación formativa hace uso de unos mecanismos evaluativos que pueden ser ensayos, juegos de roles, infografías, preguntas abiertas, de selección múltiple, entre muchos otros. Sin embargo, en un sistema educativo permeado por la tecnología, la innovación y el estar a la vanguardia, la educación no es ajena a ello. Por lo tanto, para afrontar los desafíos de la educación del siglo 21 ((Ministerio de Educación de la Nación Argentina), o sea en cuestiones de integración con las TIC, la evaluación formativa integrada por la TIC genera unos impactos positivos siempre y cuando estén pedagógicamente guiadas.

Es importante darse cuenta de que no se trata de usar una herramienta TIC solo por usarla o porque a los estudiantes les gusta usar tecnología en el aula. Lo más importante siempre será que dicha herramienta sea útil y coherente con el alcance de los objetivos de clase propuestos, así pues, el docente debe tener en cuenta el momento y el lugar de su uso, ya que herramientas TIC de evaluación pueden ser de gran ayuda para alcanzar los objetivos. Teniendo en cuenta los momentos de clase o sesión, la evaluación formativa se puede dar desde la parte inicial como un diagnostico y/o comprobación de lectura, también desde la marcha (mitad de clase) como intervenciones del estudiante para ver en qué manera están generando los aprendizajes y desde luego final para determinar los resultados obtenidos de todo un proceso de clase (Barriga, 2002: 6). Gracias a la expansión de las TIC los estudiantes podrán ser evaluados desde cualquier lugar, realizando las actividades en tiempo real y obtener los resultados en el momento así, no será estrictamente necesaria la presencia física del estudiante o el docente para realizar la evaluación. Cabe mencionar que los momentos son decisiones del maestro y que además puede llevar a cabo desde distintos niveles, ya sea la evaluación de una actividad, clase/sesión como se planteó anteriormente o todo el curso.

Las herramientas TIC más reconocidas y usadas actualmente en Icesi como Kahoot y Socrative, permiten dar respuesta rápida a preguntas creadas para un objetivo específico y que además permite obtener resultados al instante, organizados y de fácil acceso. Es posible pensar que estas herramientas TIC de evaluación son solo preguntas de selección múltiple, sin embargo, existen muchas otras que permiten otras interacciones como, por ejemplo,

Mentimeter que cuenta con nubes de palabras, respuestas cortas, entre otras. Por otro lado, un aspecto crucial para el uso de TIC en la evaluación es que, todas estas herramientas requieren de una conexión a internet y el uso de dispositivos móviles como celulares, tabletas o computadores portátiles. De esta forma, el docente debe tener muy en cuenta las condiciones o contexto de los estudiantes y así determinar las formas de trabajo más convenientes.

En conclusión, la evaluación es un elemento importante para reconocer cómo se están llevando a cabo los procesos de enseñanza y aprendizaje desde que inician hasta que terminan, así pues, la evaluación formativa permite no solo obtener una información sobre cómo van los estudiantes en el proceso como tal, sino propiciar la reflexión para hacer mejoras y obtener mejores resultados al terminar y no tener que esperar hasta el último momento para corregir o cambiar. Todas estas actividades, pueden llevarse a cabo de forma más rápida y eficiente haciendo uso de la TIC, las cuales permiten al docente obtener la información de dicho proceso de forma rápida y previamente codificada para hacer el análisis y reflexión pertinente para crear un plan de acción, si así es justo y necesario para el proceso educativo que se lleva a cabo.